El legado de mis profesores.
EL LEGADO DE MIS PROFESORES.
¿Cuántos profesores recordáis de vuestra etapa escolar?
Así comenzaba una de clases del
señor decano, y sorprendida por las respuestas de mis compañeros que apenas
recordaban tres o cuatro nombres de profesores que los hubiesen marcado o
recordasen, me puse a pensar y son
muchas las caras y nombres de profesores lo que recuerdo, muchos de ellos no por las
enseñanzas que me han aportado si no por la relación que mantuve con ellos.
Cierto es que los recuerdo
vagamente y que de los que más aprendí fue de los que tuve recientemente, tal
vez sea porque, con la edad no sólo los veo como profesores si no como Maestros
que aparte de impartir clases nos intentan formar como personas.
Dicho sea de paso que no recuerdo
muchos de los que haya aprendido grandes lecciones que pueda aplicar a mi vida,
pero sí puedo resaltar alguno que me enseño lo que es una verdadera vocación y
lo que era amar su trabajo como Don Miguel, un antiguo profesor de la ESO que
nos trataba como personas adultas a pesar de la edad que teníamos, nos enseño que no sólo importaba lo que
aprendíamos en el aula si no, que siempre puso interés en formar personas
honestas, sinceras y tolerantes.
Otro de los profesores que me
viene a la mente es la señorita Asunción, otra gran profesional que nos enseño
que podemos llegar a donde queramos con esfuerzo y dedicación, quizá una de las
personas por las que a día de hoy estudio esta carrera.

No obstante y a pesar de que son
muchos los profesores que recuerdo con alegría y añoranza, cuándo nos preguntan
que profesores recuerdas es difícil no pensar en aquellos que nos putearon y amargaron la vida. ¡Que también me acuerdo de ellos!
Como el señor Agustín que
impartía educación física en Bachillerato y echo por tierra la carrera de danza ya que para él no suponía
ningún deporte y era considerado como un mero hobby más, dando por echo que si
me dedicaba a ello nunca sería nada en la vida.
O mi profesora de inglés del
Grado Superior que a pesar de mi esfuerzo por aprender y de irme a Irlanda
durante cuatro meses a mejorar cuando volví y realice el examen suspendí y me demostró
que para ella el esfuerzo no merecía la pena si no llegabas a los objetivos
marcados.
A pesar de los malos recuerdos me quedo con los buenos momentos, con todo lo aprendido y con la esperanza de aprender de mis próximos profesores.
Comentarios
Publicar un comentario